lunes, 15 de marzo de 2010
El arte de marcar punta
Te lo aviso
Acá nadie regala nada
Hay una lucha de intereses
El desdoblamiento
del que defiende
para cuando su equipo ataca
El compromiso del que ataca
para cuando su equipo
está sufriendo un cascoteo importante
desear
subir
a Vos te voy
a marcar de por vida
como una espalda
traidor
panqueque
¿Quién me va a frenar?
Tengo un corazón enorme
que se quiere salir
por la garganta
Acá se dice huevo
En el pecho
de los comuñes insolados
en la púa
Lo ves?
te voy
a decir
por dónde
arrancar
Te voy
a dar la raya
completa
Tendrás que soportar
mi sudor
el aliento
mórbido en la nuca
Si es necesario
Voy a meter los garfios
ante algún pique malaleche
Usaré a aquel señor
de negro
como cómplice
Lo apalabraré
hasta que te de bronca
Te voy a comer
la cabeza
y la posición
Forzaré cruces
Constantes contrapiernas
Tus gemelos
se agarrotarán
por la tensión
Y ahí cuando la calentura
te esté por explotar
sobre la vena mayor
Me tomaré un tiempo
Cargaré
la de cuero
sobre la testa
Acordate lo que te digo
Querrás cambiarte
Hablaré cerca del que te teledigita
“¿No tenes alguno más picante?”
Seré tu sombra
Me mostraré inmutable
aunque muera
Pedirás la hora
Querrás que todo
termine entre chiches
Te enrostraré esa cinta
apretándome cerca de la axila
sobre el lado derecho
¿Es de luto?
¿Esta es la muerte que imaginaste
en la penumbra del vestuario
que huele a sexo?
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4 comentarios:
siempre tuve la idea de que a los chicos les encanta esta cuestión del futbol, la transpiración y el vestuario porque huele a pija. la competencia tambien
(si te digo que detestando el futbol leí tu poema hasta el final es porque está bueno)
Hello. And Bye.
me fasciné!
Nor:llegar al vestuario y saber que dejaste todo es como el mejor de los polvos mas allá de los olores
anonima: me alegro
y a usted anonimo , por si es el fucking spam:hasta la vista baby!
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