Así que antes de
partir para la costa le escriben a la fan page https://www.facebook.com/diecisiete.grises/?pnref=story... y
encargan por privado así los muchachos se los hacen llegar y disfrutan de este
texto que armarlo nos dio un laburo de novela.
“No hay ninguna verdad para encontrar
en este texto, ni señales, ni indicios programáticos para que la vida cobre
algún sentido. No hay intencionalidad didáctica, y es por eso que Fisher y
los refugiados no puede tomar otro camino que no sea el que lo aleje del
realismo tradicional. Nicolás Guglielmetti reniega aquí de todo lo que pueda
representar Bahía Blanca para aquél que la conoce, obligándonos a masticar una
ciudad desaforada en un gesto de deseo holocáustico (entregando en sacrificio a
su gente, porque aquí nada importa, ni nadie, ni a nadie). Es que, en el fondo,
y sobre todo en los intersticios desbordados y esquizos que son la materia del
lenguaje anárquico de Guglielmetti, esta ciudad no existe y, quizás aún mejor,
jamás exista, para la tranquilidad de quienes pretenden que al final todo resulte encasillable en una fácil respuesta a cada
inquisición que pueda hacérsele a una novela. Fisher es un estallido
de sentidos, porque en sus páginas nada parece empezar ni terminar.” Mariano
Granizo
Se dijo de Fisher
http://www.lanacion.com.ar/186 La Naciòn
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/libros-leeremos-2016_0_1513648639.html
5167-los-independientes-suben-la-apuesta Revista Ñ
http://www.niapalos.org/?p=21736 Tiempo Argentino
Fragmento
"Lo mejor sería
regresar por el sulfito antes que empiecen a hervir. Ya no sé si Bárbara y
Daiana forman parte del cuerpo de peladoras o si son de las que se encargan de
separar los langostinos que van a Europa de los que dejan para nosotros. Con
Juan cortamos camino por donde ahora está el polo. Zona militar recortada. Con
dejar unos kilos de Fertiliyos se soluciona
todo. Hay unas mallas quitables y un horario acordado. Nos parece natural ver
los canales de fluorosos servidos que se vierten al agua porque ya estamos acostumbrados como a la oscuridad. ¿Acaso a alguien se le va a ocurrir nadar de noche? ¿Quién
va a querer acotar los límites de la playa ahora que están las huellas y el establishment lo ha declarado patrimonio
de la humanidad? Maleria, que en el desayuno
no dejó de desperdigarse en mi espalda, ahora lee una biografía de Charles
Darwin.
Sé que es una
mentira lo de su último libro pero voy a la presentación y le sigo el juego.
Siempre que pido un libro está agotado. Pongo las ojotas de manera perpendicular
y clavo las piernas de manera que queden de costado a mi pantorrilla. Ahora el
agua se filtra hasta los jeans. Cuesta caminar y hablar con los puchos en la
boca. Cuando llegamos a la cantina nos piden que pasemos a la cancha de bochas
y nos mangueriemos. El Hugo está recalentando un poco de guiso de mondongo que
sobró de la cena del Colegio de árbitros. Cría
cuervos y te quitarán los ojos le decía a Raquel que parecía más empecinada
en mirar los libros que el material químico en cuestión. Mouche acaba de
perderse un gol increíble junto al palo derecho. ¿Con
respecto a quién? Lo cierto es que se confió y abrió el pie como un
secador pero la pelota se desvió en una mata y apenas la rozó con la canilla.
Los de la contra sonríen mientras echan 33 realenvidos y nos piden unos
langostinos para picar. El Hugo trae una ensaladera de acero inoxidable donde
comenzamos a pelar. Por un rato nos olvidamos de nuestras diferencias e
higiene. Carrerita se aparece con un poco de salsa golf que fue a pedir a la de
la peluquería, que todavía está despierta. Hay cosas que en ciertos círculos
son difíciles de entender. Pienso que el fin puede parecerse a esto. Algo
trascendente en el lugar intrascendente de una escena liviana, calificativos
aparte."
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